Hoy le comentaba a César, uno de la universidad, que en general para los exámenes prefiero tener el ánimo neutro y ser pasotista. Después de tantos hechos creo que no merece la pena ir de demasiado optimista o pesimista. A menos que te perjudique tal postura, claro.
Precisamente del optimismo y el pesimismo va este monólogo de Enrique San Francisco. Lástima que la grabación empiece a principios del monólogo, pero aún así sigue siendo muy bueno.
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